Monday, January 16, 2006

Mundo Alterno I: ¡Visita Tingambato!

Muy bien, dejemos en paz al gato. Démosle tiempo de hacer nuevas gracias para crear nuevas historias. Ahora hablemos un poco del mundo de los humanos.

Bien pues esta es la historia. El viernes pasado, un día de mal agüero pues era viernes 13, dejé de ser pasante. Si no fuera por la tibia cobija de la universidad en la que estudié y en la que ahora desempeño un bonito trabajo provisional, ahora sería parte del millón y cacho de desocupados que andan por ahí viendo si ponen o no un changarro, no más que no sea ambulante ni venda piratería o cositas chinas de 5 pesos o menos, porque ese no es un changarro de los que Fox quería que pusieran, aunque no lo haya aclarado a tiempo. Pero bueno, de desempleos y empleos que no parecen tales hablaremos otro día. El punto es que me titulé el viernes 13 y, esperando que la particular fecha no influya en mi futuro profesional, decidí pachangueármela agusto el fin.

Además del atracón de huchepos, corundas, y otras especialidades del estado, así como de las X cubetas de cerveza Indígena (para no caer en comerciales) que fluyeron por la noche, decidimos con un pequeño grupo de exploradores noexpertosenlamateria descubrir las poco conocidas ruinas de Tingambato. "¿Y dónde están?" preguntaron curiosos, "En Tingambato" contesté yo con la seguridad de quien es poseedor de la verdad más pura. Ante el asombro de quienes no podían comprender la más simple de las respuestas tuve que hacer gala de mis conocimientos de geografía regional y explicar: "Tingambato es un pueblito que está media hora antes de llegar a Uruapan por la carretera libre"(nota: el punto de partida es Morelia).

Una vez aclarado lo más elemental, los desvelados exploradores partimos a las 10:30 de la madrugada del sábado 14 y llegamos al destino, con una ligera sensación de vértigo causada por media hora de curvas y la salvaje combinación de aromas a diesel y desodorante de vainilla que suele caracterizar al transporte de 2a (que el ETN no se para en Tingambato, por supuesto).

Tingambato se encuentra a borde de carretera, pero para llegar a las ruinas se tiene que atravesar el pueblo. ¿En combi?, comento una exploradora bastante afectada por la desvelada anterior. A pie, sentencié yo con maléfica sonrisa. Claro, el recorrido no duró ni 15 minutos.

Para todos aquellos que han visitado Teotihuacán encontrarán en Tingamabato una representación en pequeño (no corregida y reducida) de este sitio. A pesar de lo poco espectacular que suena esta referencia, creo que es un lugar muy bonito, la vista desde la pirámide, que han decidido llamar "de la Luna", es hermosa. Las incontables huertas de aguacate alrededor dan un toque que hace que el sitio valga la pena.

Para aquellos habitantes del DF y sus alrededores que alguna vez se preguntaron a donde fueron a dar los teotihuacanos, aquí hay una pista de su trayecto, pues dicen los que dicen que saben que estas ruinas se construyeron a la caída de la gran Teotihuacán. Pero estos tipos eran de verdad escurridizos, y después de un incendio desaparecieron de Tingambato sin haber conocido nunca a los purépechas que luego habitarían la región. Ah, qué tipos.


Finalmente, haciendole un comercial gratis al INAH, los invito a que pasen a las ruinas de Tingambato un día que vengan de turistas a Michoacán. Queda cerquita de Morelia, Pátzcuaro y Uruapan. ¡Qué paquetote! Ya.








A poco no está bonito.

2 Comments:

Blogger nor del terror said...

PUES NO... ESTAS RUINAS NO ESTAN BONITAS.
...
...
...
...
...
...ESTAN HERMOSAS!

AH, Y TU GATO, EL ENGENDRO-NIÑO ESE, TA'RE LINDO, ME RECORDO A UNO QUE TUVE, NICK, ERA ASI NEGRO Y OJOS VERDES....MHH TAN LINDO!

8:40 PM  
Blogger Aura said...

Hijole! Ya te iba a decir algo...ja!
Sí, son muy bonitas. Yo encantada.

Engendro se siente alagado... bueno, él siempre, pase lo que pase ^_^

3:42 PM  

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