Monday, January 09, 2006

El gato

Muy bien, este es el gato que está provocando todo esto. Este minino llegó a mi hogar en calidad de refugiado temporal, en lo que su dueña definitiva acondicionaba su hogar para recibirlo como una cariñosa madre adoptiva transespecie. Suena raro, pero algo así era el sentimiento. Sin embargo los azares del destino (más específicamente, sus padres) evitaron que madre y felino se reunieran y lo que fue refugio se convirtió en hogar y quien fuera benefactor adquirió una solemne (que no del todo responsable) paternidad.

Este nuevo padre, el cual es mi hermano, en contubernio con la fallida madre decidieron dar a la inocente criatura el no tan inocente nombre de "Engendero de Fornicación". Si bien este apelativo no miente, sino que es exacto en lo que señala, no resultó un nombre adecuado. Imagínense estar buscando al pobre animal gritando en voz aguda y tierna "¡Engeeeeeendro, Engeeee
eendro! ¡Ven Engendro de Fornicación! (Insisto, imaginenlo en un tono tierno). Fue natural la tendencia a un diminutivo, el cual no pudo ser otro mas que "Forni"...

Sin embargo la agudeza de la palabra la volvió inutil en poco tiempo, y el cachorro fue devuelto de un poco de su dignidad (y para quienes creen que exagero que hablen con las fundaciones pro-animales) con el más genérico, pero mucho menos estruendoso nombre de Niñ
o Gato. ¿Qué tal?




2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Juar juar se te olvido poner el de bebe-gato que tambien se lo puso la madree adoptiva.

Ta bine siguele asi

9:27 PM  
Anonymous Anonymous said...

Cierto!!! Pero aún es tiempo de corregir tal omisión. Lo utilizaré en próximos relatos.

Mantente en contacto.

6:16 PM  

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